

Una finca en plena naturaleza.
Un sol radiante en mitad del mes de Septiembre.
Unos novios que se prometen amor entre un campo repleto de nogales.
Una boda que nos ha permitido soñar despiertos durante mucho tiempo.
En el momento que conocimos a la pareja, nos contaron su historia y la idea de lo que iba a ser su boda.
Desde un primer momento, nos hablaron de una finca en plena naturaleza y a nosotros la idea nos entusiasmó.
Al principio pensábamos que sería algo más urbano, más repleto de elementos actuales; pero cuando llegamos a la finca, nos dimos cuenta de que iban totalmente en serio, era una absoluta boda en contacto con la naturaleza.
Los amigos fueron también una parte importante de la boda. Tanto es así, que Laura contaba con damas de honor para su gran día.
La boda fue simplemente perfecta, íntima y con detalles muy personales.
Todo salió a pedir de boca.
Pero sin duda lo mejor de todo fueron las ganas de fiesta de sus familiares y amigos.
Muy atentos a la tarta y al espacio en el cenador. Una luz muy cálida y tenúe que dio mucha cercanía al enlace.
Pero sin duda si queréis disfrutar de su boda, lo mejor es que os lo descubráis vosotros mismos con el trailer de su film.
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